¿Cómo puedo crear mi propia empresa de videojuegos? La visión de Sergio Reyes, de Blackmouth Games

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Raro es aquel aficionado a los videojuegos con un mínimo espíritu emprendedor que no se haya preguntado qué hay que hacer para tener un hueco en la industria del ocio electrónico. A día de hoy, la respuesta no es sencilla, y se la hemos hecho a uno de los primeros miembros del Clúster del Videojuego de Madrid, Blackmouth Games.

Sergio Reyes, veterano del sector en España tras sus puestos en las divisiones de entretenimiento digital en Microsoft, Koch Media o Warner Bros, ahora ejerce de CEO en Blackmouth Games, mientras compagina su rutina con las clases que da en la UDIT, otro socio del Clúster. Su vena docente sale cuando reconoce que la pregunta de cómo crear una empresa de videojuegos es «la más sencilla de formular y que más complicada me es de responder«.

Adelanta que responderla «es imposible de abarcar en un solo post«, si bien los pasos son similares siempre: «Basta algo de capital inicial y una idea. Sin embargo, tener éxito es otra historia, donde el realismo debe superar siempre a la utopía». Es algo en lo que coinciden otros emprendedores de esta industria, quienes recalcan que hay que hacer más el juego que reclama el mercado, antes del que a uno le apetece hacer sin tener en cuenta ese factor. «Lanzar un estudio requiere mucho más que buenas ideas: exige estrategia clara, resiliencia ante el fracaso y, sobre todo, un sólido networking«.

«El primer paso es identificar qué producto queremos desarrollar y cuál será su valor diferencial real. El siguiente, aún más complicado, es construir un equipo competente en un sector donde el talento es escaso, caro y volátil». Lo dice consciente de que los productos de Blackmouth son intrínsecamente distintos a lo que se espera de su género. Domenation, uno de sus desarrollos estrella, es un shooter multijugador desarrollado bajo el paraguas de la tecnología blockchain y que apunta a las tiendas de Epic, Steam y PS5. Por ambición que no sea, pero tampoco son preceptivas inversiones millonarias.

«Según datos oficiales aproximadamente el 75% de los estudios españoles tiene menos de 10 empleados (DEV, 2023), evidencia clara de la dificultad para escalar negocios en nuestro país», explica Sergio, y apunta a un factor clave para la escalabilidad: «El networking estratégico se convierte en una necesidad crítica. Asociaciones y/o clusters sectoriales son clave para conectar con talento, inversores potenciales y aprender del fracaso ajeno antes que repetirlo. Estos entornos colaborativos permiten filtrar oportunidades y compartir soluciones rápidamente«.

Este tipo de organizaciones, como el Clúster del Videojuego de Madrid, son herramientas útiles para empujar en una dirección beneficiosa, y un rara avis de capital público dentro de un sector al que normalmente ignoran otras administraciones regionales. «Aunque España es uno de los líderes en la producción de videojuegos en Europa, aún falta una inversión pública y privada adecuada«, reflexiona Sergio.

«Mientras los inversores sigan apostando mayoritariamente por sectores tradicionales como el inmobiliario, tenemos que redoblar esfuerzos en colaboración público-privada para seguir construyendo un ecosistema sostenible aunque atomizado, donde nuestras buenas ideas tengan espacio real para crecer y, sobre todo, recuperarnos tras las inevitables caídas iniciales, porque aunque conociendo todo lo anterior nadie nos asegura que tengamos éxito en el mercado».

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