Ni el clima desapacible consiguió desanimar a los aficionados al periodismo de videojuegos para firmar otro lleno total en el Tardeo de Madrid in Game. Rafa Aznar, Dani Quesada y la veteranísima Sonia Herranz llenaron el lluvioso Campus del Videojuego, con Kiko Bejar presentando una charla llena de nostalgia y anécdotas.

El concejal Ángel Niño, titular del área de Innovación y Emprendimiento, fue el encargado de la introducción, recordando el compromiso del ayuntamiento con esta iniciativa: “Esta es la única ciudad con una inversión pública para contar con infraestructuras como MIG”. Además, recordó su época como lector de Hobby Consolas, la decana nacional de las revistas sobre ocio electrónico.

“La iniciativa de Madrid in Game nos gustó mucho desde el principio, de hecho le dimos un premio”, decía Sonia después de la charla. “En los años 90 eras un bicho raro si jugabas a videojuegos. Ahora llega el Ayuntamiento de Madrid llega y monta un tinglado como este, es alucinante”.

Es la misma sensación que tenían los visitantes, entre los que había aspirantes a formar parte de la industria, más veteranos de la misma y socios del Clúster de Videojuegos. Veterano y socio es David Carrasco, además de CEO de Vermila Games y secretario de la organización, quien no se pierde un tardeo y tiene una visión clara sobre los eventos que se celebran en el Campus. 

“Te dan una perspectiva de cómo está la industria ahora mismo”, explica, “no solo por la gente participando activamente en ella si no por todas aquellas personas que están interesadas en vivir y conocerla más profundamente”. Resalta además las oportunidades que hay para “realizar colaboraciones, networking e incluso generar oportunidades de negocio”. “¿Quién sabe? Es algo que puedes lograr en los Tardeos y que pueden marcar un paso hacia reuniones más profundas”

Maria Jesús Villamediana, responsable de Madrid in Game, fue la encargada de agradecer la visita de los periodistas a la charla, subrayar las oportunidades que surgen en un ambiente así y dar paso a un cóctel donde invitados, espectadores y socios del Clúster pudieron intercambiar opiniones y anécdotas, en un ecosistema no solo creciente sino único en España.